Las personas hipocondriacas creen que están sufriendo o sufrirán a corto o medio plazo algún tipo de malestar intenso o enfermedad. Se exploran en exceso y, cualquier señal o síntoma, es interpretada como algo maligno y sin remedio. Podría decirse que se trata de una “ansiedad por la salud”. De aquí que ansiedad e hipocondria vayan de la mano en muchas ocasiones. Prácticamente todos los hipocondriacos presentan síntomas ansiosos o algún cuadro clínico de ansiedad, aunque no todos los ansiosos padecen de hipocondria.
¿Cómo podríamos librarnos de la ansiedad producida por la hipocondria?
- No jugar a ser médicos ni adivinos. Si no tienes formación médica/psicológica, ¿por qué te autodiagnosticas? ¿Te sientes mejor? ¿Eso implica auto-tratarte y curarte?
- No confiar plenamente en Internet. Muchas redes sociales o páginas webs (foros, blogs…) contienen información escrita por gente sin cualificación, por lo tanto, dar credibilidad a esto es un error. Internet tiene ventajas, pero también hay mucha información inexacta, incompleta o falsa.
- Si conoces un caso parecido al tuyo, no generalices. A veces ocurre que nos cuentan una historia o conocemos a alguien que tiene algunos síntomas parecidos y, automáticamente, creemos que también nos pasará a nosotros, entrando así en una espiral de rumiaciones que nos bloquea y agobia.
- Deja de preocuparte por el futuro, que es impredecible. Si realmente te encuentras mal, acude al médico de inmediato. Cuando llegue el problema, toma decisiones. Pero si no ha llegado aún, no te adelantes. No te preocupes antes de tiempo, ocúpate entonces si es que llega ese momento de enfermedad real.
